viernes, 8 noviembre, 2024
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Adicta al tatuaje: “Me hago uno por semana, no pienso parar”

Los diarios hablan de todo, salvo de lo diario. Cuanto más te tatuás, más huecos te ves. ¿Sabías eso? Una deformación epidérmica que viene desde los inmemoriales tiempos del tatuaje tumbero. En el caso de Isabel Gruppo -de ella se trata-, estamos en condiciones de saber que son heridas espirituales infectadas. Verla exige. Es como una de esas obras de vanguardia. Su sola presencia algo nos quiere decir. Inquieta, incomoda.

Es un cuerpo que puede leerse como un inventario demencial. La mirás con exagerado astigmatismo y ella, un sol, permite que respiremos de su mismo oxígeno. “¿Qué es esto?” “¿Y esa mancha verde que tenés en la mano?” “¿Te tatuarías el culo?” Explorar una piel decorada, eso es lo que hacemos con su permiso. Vayan las gracias por delante, Isabel.

Te la cruzás por casualidad en un hotel y, evidentemente, comprendés que no trabaja en una de esas oficinas anónimas donde se amontonan empleaduchos. La observás queriendo saber si es modelo, símbolo de algo (de la publicidad, del poder), esposa de magnate…

Isabel tiene una hermana gemela de la que busca diferenciarse… ¡Pero las dos se tatúan! (ella y la docente de literatura Silvina Gruppo, Buenos Aires, 1979).

Isabel Gruppo: Isabel Gruppo: «Sin tatuajes me siento inconclusa».

Razones para tatuarse

“Comparto un cara muy parecida a otra persona. Tengo el nombre de mi vieja. Suficientes razones para tener la necesidad de una identidad propia. Mía y de nadie mas”.

Licenciada en Artes Visuales, fotógrafa, tatuada y tatuadora. Isabel nos cuenta un motivo de terapia: “Tengo una pesadilla recurrente que consiste en despertarme una mañana y no tener ningún tatuaje». ¿Para tanto? «Sin tatuajes no me siento la Isabel que soy. Estaría desnuda. Me angustia pensarlo. Me sentiría inconclusa”.

-¿Uno por semana?

-O más…

Isabel Gruppo, la tatuadora que se tatúa sin parar. Isabel Gruppo, la tatuadora que se tatúa sin parar. -¿Te puedo entrevistar?

-¿Para qué?

-Para que me cuentes cómo es eso de tatuarse a cada rato…

-Estoy trabajando en un libro sobre la libertad de expresión a través del cuerpo. No sé qué buscarías en una entrevista…

-Sos re linda.

-Jaja, gracias, yo creo que en parte soy más linda por mis intervenciones.

-¿Hoy te tatuaste?

-Me tatué, sí. Ahora sé que me tatúo el 8, el 12, el 14, el 22, el 6 y el 20 del próximo mes. Y en octubre no sé cómo vendrá la agenda. Estoy muy tatuada y cada vez estaré más tatuada. Este año es un año de mucha tinta con distintos artistas…

Sin cuenta

-¿Cuántos tatuajes tenés?

-Ni la menor idea. No sabría cómo contarlos tampoco. Tengo uno que es una rama con más de 140 flores de cerezo. En las manos tengo diez. Tengo piezas muy grandes, otras simplemente grandes, otras medianas, otras chicas, no sé…

Isabel Gruppo: Isabel Gruppo: «Estar tatuada como lo estoy es hablar de una pequeña fortuna».-¿No podés parar?

-No puedo ni quiero. ¿Te cuento del libro? Es un ensayo con imágenes. Me tatúo y tatúo gente. Alrededor de eso va la cosa…

-¿Cómo es tatuarse siendo tatuadora?

-Tatuarse bien es caro. Siendo tatuadora se generan muchos intercambios, se hace precio de colega por pertenecer, por querer ser parte de la colección del cuerpo del otro… He invertido mucho dinero en esto. Estar tatuada como lo estoy sería hablar de una pequeña fortuna.

-¿Decís que tu cuerpo es una serie, una colección?

-Soy coleccionista, sí. Colecciono arte emergente contemporáneo, que está mayormente instalado en mi estudio. También colecciono dados, calaveras y tatuajes en mi piel. En este momento ya pienso en fillers. ¿Sabés lo que son? Tatuajes chiquitos, de relleno, que van en los espacios de piel que van quedando vacíos entre un tatuaje y otro.

-¿No hay que dejar ningún espacio en blanco?

-No sé, por ahora en la cara sólo tengo tatuado el delineado de los ojos.

Isabel se agujereó los pezones. Los piercings sí los puede contar: son 13 (por ahora). Pero también es una chica a la que le gusta el dulce de leche, odia los sapos y escucha Babasónicos. Durante un tiempo, cuenta, tuvo un microdermal: así se le dice al piercing que va implantado en la piel. No hace mucho le pidieron que se haga una resonancia para sacarle una muela de juicio. Decidió no hacerla para no tener que quitarse los aros.

-¿Da placer pincharse?

-A mí no me duele, yo tengo bastante aguante. Me da placer la sensación post-tattoo y la adrenalina previa de compartir con un artista.

-¿Cuánto tiempo te llevó te llevó el tatuaje del flores de cerezo?

-Más de 40 horas.

Isabel Gruppo: Isabel Gruppo: «Cande Tinelli no es un referente dentro del ambiente del tatoo».-¿Tu mamá que dice?

-Al principio no le hacía mucha gracia. La resistencia la puso cuando yo empecé a tatuar. Mi hermana le dijo que se relaje, que era un actividad legal, y ahí se dio cuenta de que podía hacerme feliz si me acompañaba: me regalo una máquina de tatuar. Todo bien. Hace poco me vio en malla. “Necesitás tatuarte el culo», me dijo, «la verdad es que llama mucho la atención, es lo único que te queda sin tatuar”.

-¿Te arrepentís de alguno?

-¿De algún tatuaje? Nunca, y siento que no puedo contarlos porque los veo a todos como parte de un mismo proyecto.

-¿En tu ambiente cómo se la considera a Cande, la hija de Tinelli?

-No se la considera de ninguna forma en especial. Es inevitable que la gente fuera del ambiente haga siempre referencia a ella, pero para nosotros es una persona más que se tatúa.

-¿No es referente?

No dentro del mundo del tattoo. Al menos no dentro del que yo me muevo. Sí sé que cuando ella nombra a un tatuador, le salva la agenda y lo llena de clientes.

¿Notás en ella algo que difícilmente uno sepa o pueda apreciar?

-Veo alguien haciendo un gran esfuerzo por confiar en sí misma y quererse más.

-Ves tu cuerpo como una obra. ¿Y el de ella?

-En ella veo algo de disponibilidad y arrepentimiento. Se tatúa y después lo tapa con otro tatuaje y eso que se tatuó (y tapó) vuelve a taparlo haciendo “total black”. Se perfora y se lo saca. Después se vuelve a perforar. Es parte de la expresión de alguien que, en definitiva, no deja de ser permeable al cambio.

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