En su debut absoluto en el Abierto de los Estados Unidos, el menor de los hermanos bonaerenses le ganó a los nervios, los calambres y al durísimo como el bielorruso Ilya Ivashka. Ahora, Francisco enfrenta a Svajda.
Una enorme victoria se notó Juan Manuel Cerúndolo en su debut absoluto en el main draw del US Open. El porteño de 21 años protagonizó una remontada impresionante ante un rival durísimo como el bielorruso Ilya Ivashka, le ganó la batalla a los calambres y a su propia cabeza, y terminó festejando en la cancha 4 de Flushing Meadows su primer triunfo en el cuadro principal de un Gran Slam. Fue 2-6, 6-7 (4-7), 6-3, 6-3 y 6-3, en poco más de tres horas y media de juego, para meterse en la segunda ronda del Major estadounidense.
Número 93° del mundo, Juanma había llegado a Nueva York con muy poco recorrido en esta categoría, la más importante del circuito profesional. Apenas había jugado dos partidos en los cuadros principales de un «grande». Y había perdido los dos: en Australia 2022 ante el checo Tomas Machac y en Wimbledon, hace unas semanas, ante el italiano Jannik Sinner. Es más, nunca había jugado antes un match a cinco sets.
Esa inexperiencia, igual, no se notó cuando quedó 0-2 abajo ante Ivashka, un jugador sin grandes credenciales (llegó al 40° del ranking y ganó un título), pero que nadie quiere enfrentar, mucho menos en la primera ronda de un torneo de este nivel.
«Perder los dos primeros sets fue un bajón muy grande, estaba muy enojado», reconoció el argentino en charla con ESPN. «En el segundo set sentía un dolor en el codo y me quedé atrapado con el saque. Me dolía, no podía sacar y saqué horrible en el tie break. Lo perdí solo, todos errores. Fue un bajón muy grande. Y pensé ‘(El partido) está perdido’. Mi cabeza estaba negada. Y de repente, empecé a tirar y a pegar más fuerte. Él bajó un poco, me llevé el set 6-3 y me prendí a morir de nuevo».
Y agregó: «Ganar mi primer partido en un Grand Slam es increíble, estoy muy contento. El apoyo de la gente fue impresionante, eso me dio energía. Empecé a sentir calambres en el cuarto set, no daba más, estaba muerto. La gente me empujó un montón y lo pude sacar. En el último set saqué muy bien, en todo el partido no había sacado así. Metí aces, saques ganadores, zafé con el saque… Y con mucha la cabeza, mucho huevo y luchando».
El menor de los Cerúndolo -que irá en segunda ronda ante el español Alejandro Davidovich– había irrumpido en el ATP Tour a lo grande, cuando en febrero de 2021, en el Cordoba Open, su primera participación en un torneo de ese circuito, superó la qualy y sorprendió al levantar el trofeo. Fue el primero de la Next Gen celeste y blanca en conseguir un título en este nivel. Llegó a ocupar el 71° escalón del ranking a principios de 2022, tras su debut en Australia, una posición que le abría las puertas de los torneos más importantes. Pero en su mejor momento, una lesión en la cadera lo obligó a parar.
El porteño tuvo que esperar más de un año para volver a jugar un Grand Slam. Y un poco más para celebrar su primera victoria, que encima llegó en Nueva York, sobre una superficie en la que no tiene tanto recorrido.
Antes de la gira previa a Flushing Meadows, Cerúndolo tenía un récord de 3-7 en partidos ATP sobre canchas duras. Pero la semana pasada, se destapó en Winston Salem, donde venció a Roman Safiullin (61°), Yannick Hanfmann (54°) y Omar Kumar (385°) para meterse por primera vez en los cuartos de final de un certamen jugado sobre cemento. Y aunque se despidió en esa instancia ante el croata Borna Coric, máximo favorito, su gran actuación le dio un envión enorme de cara al US Open.
Así lo dejó claro este lunes, con esa victoria enorme ante Ivashka -ex 40 del mundo y octavo finalista el año pasado en este certamen-, que fue una demostración de su talento con la raqueta y de una fortaleza mental para salir de situaciones adversas.